Caza del galgo.

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El hecho de cazar con galgos ha evolucionado a pasos agigantados hacia el deporte, porque se va más a buscar la belleza en la carrera que el terminar con la pieza . Dentro de esta faceta deportiva la raza española da mayor espectáculo, debido a que la carrera será mas duradera, emocionante y dura. La liebre se selecciona en favor de los más fuertes, debido a que progresivamente pierde sus zonas de defensa a causa de un mayor número de terrenos roturados, destrucción de perdederos naturales y de caminos de concentración, lo que hace necesaria su caza con el galgo de mayor dureza.La raza del GALGO ESPAÑOL tiene un motivo de existir pura y en la actualidad existe la base para una recuperación total de la misma.
En la actualidad la caza con galgo es un procedimiento de caza muy empleado en muchas comarcas españolas, en la que la falta de vegetación permite dicha modalidad deportiva.
Este procedimiento de caza se realiza en "mano", es decir con la colaboración de varios cazadores, que se disponen en línea y avanzan por el terreno intentando descubrir o levantar de su encame a la liebre. La mano deberá ir bastante cerrada, disminuyendo al mínimo la distancia entre los cazadores para no dejar a la "rabona" para atrás. Al salir corriendo la liebre salen los galgos, generalmente 2 o 3, que a veces se sueltan por colleras (en parejas) pudiéndose optar por no soltarlos en el caso de que ésta no sea de su agrado, como es el caso de las pequeñas (medias liebres).El caballo es un elemento que aparece en numerosas ocasiones durante la caza de la liebre con galgo. Gracias a él los lances pueden ser seguidos por los dueños de los galgos o por los jueces, si se trata de un campeonato.

Tórtola.

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Cazar la tórtola al vuelo involucra dos condiciones que debe tener el cazador: por un lado la puntería o cálculo de adelantamientos para ser más exacto pues rara vez se le “apunta” a la tórtola, más bien se le apunta al lugar donde se encontrará cuando pasen por ahí los perdigones. La otra cualidad necesaria y por la cual muchos sufrimos al no poder desarrollarla, es el instinto de ubicación en el potrero. Mucho consejo no puedo dar pues siempre ocupo una hora para colocarme, generalmente le erró a las primeras posturas. Aquí hablo de potreros inmensos donde algunos se colocan muy bien y otros no tanto, donde la duda de dónde colocarnos es desesperante (por lo mismo aprendí a no correr, al final llegue primero o último igual andamos todos dando botes(a menos que el potrero sea ya conocido, ahí me pongo las zapatillas con clavo). No me refiero a pasaderos de tarde ni a aguadas, que aparte de estar prohibido es antideportivo.En potrero abierto o en quebrada vuelan espectacular, podrás cazar menos, pero te aseguro que la satisfacción de cada tórtola derribada debe ser 20 veces superior a la de una revoloteando en un bebedero.Bueno, la cosa es así más o menos. Uno debe estar colocado en el puesto antes de la amanecida, la tórtola es madrugadora, yo las he visto pasar aún a oscuras. Lo que me ha dado buenos resultados es buscar algo que ubique a las tórtolas cuando van a comer, me imagino que también necesitan alguna referencia. Por ejemplo una pequeña mancha de moras8para parapetarse, pero que no impida recoger), unos pocos árboles o arbustos en el medio del potrero, la orilla de las cercas, etc. Lo importante es que tengamos una buena visibilidad para verlas entrar, yo intento verlas lo más lejos que pueda, gracias a Dios gozo de buena vista. He estado en posturas donde pasa mucha tórtola pero se le divisa muy encima, las condiciones son más que malas.El ideal es disparar con el cielo como fondo….un fondo de árboles hace que de repente la tórtola se te pierda, y si a eso sumas el apuntar con sólo 1 ojo, entonces peor.Bueno, como de ubicarse no puedo hablar mucho, es como que se debe aprender después de equivocarse harto. Lo que si puedo traspasar es la necesidad de recoger cada tórtola que se bota en forma inmediata….es impresionante como uno ve caer un pájaro en tal lado y luego tras matar otra se va a buscar la primera y no hay como encontrarla, a no ser que se lleve un perro que nos haga ese trabajo y a veces aún así, pues uno insiste en que cayó en un lado y el perro insiste en que cayó en otro, y uno reta al perro, y lo lleva donde dice uno….Y cuando te das por vencido y dejas que el perro haga lo que quiera, él aparece con tu tórtola en la boca.
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Braco húngaro.

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Altura a la cruz: machos de 58 a 64 cm y hembras de 54 a 60 cm
Peso: entre 22 y 27 kg
Capa: leonada o en tonos de arena
Pelaje: corto y tupido, debe ser rústico y duro al tacto
Promedio de vida: doce años
Carácter: obediente, activo y afectuoso
Relación con los niños: muy buena
Relación con otros perros: muy buena
Aptitudes: perro de muestra polivalente
Necesidades del espacio: se adapta bien a la vida de interior mientras pueda hacer ejercicio suficiente
Alimentación: de 400 a 470 g. diarios de alimento completo seco
Arreglo: ninguno
Coste mantenimiento: mediano
Clasificación general: Razas grandes de perros
Clasificación según la AKC: Grupo 1: Perros de muestra
Clasificación según la FCI: Grupo 7: Perros de muestra > Perros de muestra continentales

Zorzal.

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Caza del zorzal. Hasta hace pocos años no se consideraba al zorzal como especie cinegética digna de un disparo, atrapándose entonces con otras artes de caza hoy prohibidas y muy perseguidas (costillas, perchas, redes, liga, losetas,...). Hoy, en cambio, es una especie muy cotizada, realizándose su caza en mano, batiendo los olivares y arroyos con vegetación abundante, o bien, colocándose “al paso” en sus idas y venidas hacia comederos, bebederos y dormideros. En nuestro coto, en la actualidad, no son muy abundantes y al estar muy dispersos no se pueden realizar buenas tiradas.
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Caza de la perdiz con reclamo. “Cazar el pájaro”, como tradicionalmente se le denomina en la localidad, es una de las modalidades de caza de más arraigo. Su mecánica, cercana al ritual, es de sobra conocida por todos los cazadores, y al igual que la caza con galgo es de las que despierta mayores pasiones y fanatismos. La selección y cuidado de los reclamos, los puestos de alba, sol (“once”) y tarde, el relato minucioso de las actuaciones del reclamo y del “campo”, son temas que durante el año, y especialmente en época de caza (enero y febrero), se escuchan en cualquier tertulia de aficionados locales. Es una modalidad que, a pesar de tener muchos detractores, no tiene una incidencia muy negativa sobre la población natural de perdices, debido a los muchos factores que influyen en ella (meteorología, celo, labores agrícolas, cualidades de los reclamos,...). Son grandes aficionados a esta modalidad de caza José Alférez, Joaquín Alférez, Diego Candelario, Andrés Vallejo, Bartolomé López, Benito Pérez, José Luis Huertas,...
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Caza del conejo. Además del conejo que ocasionalmente salta mientras se caza en mano con escopeta o galgos, esta especie se caza mediante dos sistemas:
Caza al acecho. Se practica, más frecuentemente en época estival, realizando esperas con escopeta, sobre todo al amanecer y al anochecer, en los lugares habitados por estos animales (vivares, malezas, arroyos, zarzales).
Caza con podencos. Se realiza batiendo con perros de pequeña o mediana talla (en su mayoría podencos o cruzados), especializados en este tipo de trabajo, los sotos y riberas de arroyos, regatos y lindazos cubiertos de malezas (carrizos, cañas, tarajes, zarzales,...) para desalojar, tras sonoros ladridos (“latidos”) y carreras, a los conejos, y empujarlos hacia los cazadores, que estratégicamente colocados y armados de escopetas esperan la salida. Son grandes especialistas en la práctica de esta modalidad de caza, contando con magníficos perros, Manuel Gutiérrez, Juan Luis Calle, Francisco Candelario, Leo,...